Del humillante al humillador

A mitades de año el estudiante cambió de teléfono. El flamante dispositivo era de última generación, en contraposición con «el berry» que se despedía. Los compañeros del estudiante sentenciaron que su teléfono había pasado de ser «el humillante» para convertirse en «el humillador».

Autor: Blackberry. Foto: Andrés Pérez.

Además de cambiar de teléfono, los cambios tecnológicos en la vida escolar del estudiante fueron varios. Desde computadores personales, que heredaba de su padre, hasta consolas de videojuegos, que él y su hermano compraban con sus ahorros de la mesada.